Canora Avecilla: el canto nómada que voló de Colombia al Perú

Fue bambuco colombiano, albazo ecuatoriano y finalmente cumbia peruana. Una melodía que cruzó montañas y fronteras sin perder su promesa de amor.

“Canora Avecilla”, también conocida simplemente como “Avecilla”, es una canción viajera: una melodía que nació entre montañas colombianas, cruzó los Andes ecuatorianos y encontró un nuevo vuelo en el Perú, convertida en cumbia. Una melodía que celebra y proclama una unión amorosa que se entiende eterna — “canora avecilla que cogida prisionera, será preciso que sepas desde hoy en adelante vas a ser mi compañera”.

La palabra “canora” (del latín canorus) significa “de voz melodiosa”. En Colombia es común para describir a las aves de bello trinar. Y así como su título, la avecilla voló libre por las cordilleras, adaptándose a cada tierra que la acogió, quedando prisionera en el corazón de los peruanos.

El origen colombiano: un bambuco en su género original

Compuesta por Pablo Joaquín Valderrama hacia las décadas de 1940 o 1950, “Canora Avecilla” nació en el corazón del bambuco, el género más emblemático del interior andino colombiano. En viejas grabaciones de duetos con tiple y guitarra —como las registradas por Jorge Añez y Víctor Justiniano Rosales—, la canción se presenta como un poema musical que promete amor y cuidado.

Su letra, sencilla y profunda, revela una voz que ofrece abrigo más que lamento:

Será preciso que sepas que desde hoy en adelante vas a ser mi compañera.
Cantando como cantabas, perdida entre la maleza,
no te dejes, avecilla, agobiar por la tristeza.
Posate sobre mi pecho o sobre tus alas buenas,
tendrás el agua más pura y la semilla más fresca.

🎧 Escucha una versión actual en su género original (bambuco colombiano)

El vuelo ecuatoriano: la transformación en albazo

Durante las décadas de 1960 y 1970, “Avecilla” cruzó las fronteras andinas hacia Ecuador, donde fue adoptada como albazo, género alegre que celebra los amaneceres. El músico Nicasio Safadi y otros intérpretes serranos la adaptaron al estilo local, con guitarras ligeras y voces festivas.

El albazo ecuatoriano convirtió el tono íntimo del bambuco en un canto de comunidad y alegría, sin traicionar su esencia: seguir siendo un himno de ternura y esperanza.

🎧 Escucha la versión ecuatoriana (albazo)

El renacer peruano: Agua Marina y la consagración (1997)

En 1997, la agrupación peruana Agua Marina, oriunda de Sechura (Piura), rescató la melodía y la llevó al universo de la cumbia romántica. Con arreglos de guitarra eléctrica, teclados suaves y una interpretación emotiva, la canción se transformó en un clásico moderno del repertorio tropical peruano.

🎧 Escucha la versión peruana (cumbia de Agua Marina, 1997)

De los cafetales y montañas del bambuco a las pistas de baile del litoral peruano, la melodía siguió volando con la misma promesa: acompañar, cuidar y amar.

Una canción nómada que no conoce fronteras

Canora Avecilla es una melodía migrante, un testimonio de cómo el arte latinoamericano viaja sin pasaporte. Del bambuco al albazo y de allí a la cumbia, su espíritu ha cambiado de ritmo pero no de alma.

Cada país le dio su propio paisaje, pero el mensaje sigue siendo el mismo: la promesa de amor y compañía. Como la pequeña ave que la inspira, “Avecilla” sigue volando entre fronteras, recordándonos que la música —como el amor— encuentra siempre un nuevo cielo donde posarse.